La visión está en constante expansión, como el universo.

Al principio fue un punto. Luego vino la luz, y con ella el movimiento de todo lo que está ahí para ser visto.

Por eso pensamos que nuestra visión es como el cosmos: siempre en movimiento, siempre en expansión. Eso es visión expansiva.

No se trata solo de ver más claro, sino de ver más lejos. De abrir los ojos —y la cabeza— a lo que no habíamos considerado. Una mirada nueva puede cambiarlo todo: una idea, una conversación, un día gris.

En Cosme creemos que cada lente es una pequeña nave espacial. Una herramienta para enfocar el mundo y, al mismo tiempo, para imaginarlo distinto.

Porque si el universo sigue expandiéndose, nuestra forma de mirar también debería hacerlo.